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Citurna

Enviado por Jaime el October 12, 2025
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El nombre tairona que nació en las nieves perpetuas de la sierra

Citurna:
el nombre tairona que nació en las nieves perpetuas de la sierra

Mucho antes de que la Sierra Nevada de Santa Marta fuera conocida con ese nombre, los pueblos que habitaban este territorio, en el norte de lo que hoy es Colombia, la llamaban “Citurna”, que significa “el País de las Nieves”, un reflejo de la admiración por la naturaleza y el respeto por la tierra. 

Pero las nieves perpetuas son solamente uno de los increíbles paisajes que nos regala este lugar maravilloso, que nace a orillas el Mar Caribe y se eleva 5.775 metros hasta la cima de los picos Colón y Bolívar, los más altos del país. En ese recorrido, los paisajes de la sierra cambian entre bosques de niebla, selvas y páramos que enriquecen su biodiversidad. Por eso se dice que en la Sierra Nevada, la montaña más alta del mundo a la orilla del mar, se resumen los climas del planeta.

Al tener todos los pisos térmicos, desde las cálidas playas hasta los gélidos glaciares, nuestra Citurna tiene los paisajes ideales para que se desarrollen y convivan en armonía miles de especies de flora y fauna, algunas de ellas únicas en el planeta. En ella también nacen más de 30 ríos que dan sustento a las comunidades que habitan los departamentos del norte del país. Entre esos ríos se encuentran el Guatapurí, el Don Diego, el Palomino y el Cesar.

Y también viven en ella los herederos de esa cultura que llamaba Citurna a la Sierra Nevada de Santa Marta: koguis y arhuacos son orgullosos descendientes de los taironas, que hoy conservan tradiciones, lenguas, rituales y formas de vida con los que se honra a la naturaleza y nuestra convivencia con ella. 

Este respeto por la Madre Tierra es una filosofía ancestral que nos enseña el valor de los seres vivos y nos recuerda la conexión que existe entre todos ellos: el agua, el aire, los animales, las plantas, las personas de culturas diferentes y los espíritus. También nos dice que no dominamos la tierra ni somos sus dueños, sino que nos relacionamos con ella desde un respeto profundo, que nos ayuda a mantener el equilibrio, la convivencia y la hermandad.

Este legado se extiende desde las cumbres de Citurna a las diferentes regiones del país, donde los colombianos valoramos profundamente la convivencia, el respeto por nuestros semejantes y por la naturaleza como pilares de una sociedad equitativa y democrática. 

Como colombianos, tenemos el deber de proteger este santuario. No solo por su belleza y biodiversidad, sino porque en él habita una parte esencial de nuestra historia, de nuestra democracia y de nuestro futuro. Citurna nos inspira a mantener un país justo, sostenible y conectado con sus raíces.

Serranía de Chiribiquete

Enviado por Jaime el October 12, 2025
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Patrimonio de la Humanidad, tesoro de Colombia

Chiribiquete:
Patrimonio de la Humanidad, tesoro de Colombia

En el corazón de la selva colombiana, entre los departamentos de Guaviare y Caquetá, se levanta el Parque Natural Nacional Serranía de Chiribiquete, un tesoro que combina la grandeza de la naturaleza con el legado de las civilizaciones más antiguas de América. 

El paisaje de Chiribiquete está dominado por los tepuyes, formaciones rocosas que se elevan como fortalezas naturales sobre un océano verde de selva tropical. Estas estructuras imponentes, algunas de las más antiguas del planeta, son el corazón espiritual del parque. Para las comunidades indígenas, los tepuyes son lugares sagrados, moradas de espíritus y guardianes de la vida. 

Su silencio majestuoso contrasta con la vibrante actividad de la selva que los rodea, donde miles de especies de flora y fauna prosperan en una danza interminable de biodiversidad. Entre estas especies, muchas de ellas endémicas y únicas en el mundo, se encuentran 300 de aves, 313 de mariposas, 48 de murciélagos y 60 de peces.

Chiribiquete también es un lugar donde la historia humana se entrelaza con la naturaleza. En sus paredes rocosas se encuentran más de 75.000 pinturas rupestres que datan de hace alrededor de 20.000 años, el registro pictórico más extenso y antiguo de América. Estas representaciones visuales muestran escenas de caza, ceremonias y danzas que revelan no solo la vida cotidiana de las primeras comunidades humanas, sino también su profundo vínculo con el entorno.

El jaguar, figura central en muchas de estas pinturas, simboliza poder, equilibrio y conexión espiritual. No es casualidad que la Unesco haya denominado a Chiribiquete la “Maloca del Jaguar”. Este animal emblemático, considerado el señor de la selva, es un recordatorio de la sabiduría ancestral que impregna este lugar. 

Esta majestuosa obra de la naturaleza fue declarada Patrimonio Cultural y Biológico de la Humanidad por la Unesco en 2018. Es el territorio natural protegido más extenso del país, con una extensión de más de 265.000 hectáreas. 

Laguna de Ubaque

Enviado por Jaime el October 7, 2025
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Lugar sagrado de los muiscas, tesoro de Colombia

Laguna de Ubaque:
lugar sagrado de los muiscas, tesoro de Colombia

Si tienes ganas de respirar paz, tranquilidad y buena energía, visitar la Laguna de Ubaque es un plan mucho mejor que maratonear series y ver películas en tu casa. En este recorrido encontrarás la paz de una región sagrada para los antiguos muiscas que poblaron el altiplano cundiboyacense y encontrar vestigios de su cultura. 

La laguna se encuentra a tan solo tres horas de Bogotá. Muchos llaman “el espejo de los dioses”, porque en sus aguas sagradas se reflejan el cielo y el paisaje andino que la rodea, pero también se respira la espiritualidad de los pueblos originarios que la veneraron durante siglos.

Esta tradición se remonta en el tiempo hasta antes del descubrimiento y la conquista, cuando Ubaque (ubicada a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar) era considerada un sitio sagrado para los muiscas, los antiguos pobladores del altiplano. Se cuenta que en sus aguas se realizaban ceremonias religiosas, rituales de purificación y ofrendas a los dioses. La Laguna de Ubaque era, de hecho, una de las Lagunas Sagradas de los muiscas, junto con las también reconocidas lagunas de Guatavita, Siecha, Teusacá, Iguaque y Guasca, que formaban parte de un recorrido sagrado.

También se cuenta que durante la conquista española, los caciques muiscas –entre ellos el Zipa de Ubaque y el Jeque Popón– utilizaron la laguna para esconder sus tesoros y evitar que cayeran en manos de los conquistadores. Por eso, la laguna también es un símbolo de resistencia y amor por lo nuestro. La leyenda dice que en el fondo de la laguna todavía se encuentran esos tesoros ocultos, y que son custodiados por el espíritu de los ancestros. 

 

Hoy, la Laguna de Ubaque es uno de los destinos más importantes del turismo ecológico y cultural en Cundinamarca. Los visitantes pueden disfrutar de actividades como senderismo por caminos ancestrales, avistamiento de flora y fauna, meditación y conexión espiritual. 

Reflejo de nuestras tradiciones

En este espejo de los dioses se reflejan valores de Colombia como el respeto por la diversidad –así como los muiscas veneraban cada elemento de la naturaleza, hoy reconocemos y valoramos nuestras múltiples culturas–, protección del patrimonio, espiritualidad, conexión con las raíces y memoria, ya que la historia de los pueblos originarios es también la nuestra.

La Laguna de Ubaque es un símbolo de lo que somos y de lo que podemos ser. Un espejo donde los dioses aún se miran, y donde los colombianos podemos ver reflejados nuestros mejores valores.

 

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